Anomia- rompimiento de normas que lleva a la criminalidad

Crédito: Alberto Briceño

Anomia: rompimiento de normas que lleva a la criminalidad

Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- Pasarse un semáforo en rojo, negarse a usar el tapabocas y la impunidad son elementos que forman parte de la anomia, una enfermedad social que te lleva al rompimiento de las normas y en algunas personas pueden terminar cometiendo crímenes.

Para la socióloga, Yonaide Sánchez, que el sistema normativo se debilite en Venezuela tiene un trasfondo y es que la impunidad va de la mano con la criminalidad, pues al dejar de funcionar el sistema de justicia hay personas que comienzan a cometer delitos, primero agresiones, pero llegan hasta homicidios, debido a que saben que el sistema de justicia en el país no está actuando como debería ser.

Además, "hay normas específicas en el sistema de justicia y su función es la construcción social, es que sea trasparente y equitativa, que permita que si una persona es víctima de un robo pueda denunciar y los cuerpos de seguridad atrapen al responsable, pero esto no está ocurriendo y es cuando algunos individuos toman la justicia por sus propias manos", comentó Sánchez.

En Venezuela, junto a la crisis humanitaria, la impunidad es la mayor violación de derechos humanos y que según informes que constantemente ha publicado la ONG Provea, la falta de castigo al criminal es estructural y en materia de delitos comunes alcanza el 92% de los casos y en violaciones de derechos humanos se sitúa en 98%.

En cuanto a los hechos de violaciones de los derechos humanos que debían ser juzgados y penalizados, según Provea, no hay avances significativos, especialmente respecto a las presuntas ejecuciones extrajudiciales y las muertes en el contexto de protestas entre 2014 y 2017.

A su vez, Carlos Meléndez, sociólogo y coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), concuerda que en el país existe una anomia social y esto se debe a la impunidad, pero también a la crisis humanitaria y explica que son los factores materiales que determinan el delito, sobre todo el delito intrafamiliar y de género. Destacó que en la migración y pobreza extrema, sobre todo en los sectores más vulnerables se han generado condiciones para que actitudes violentas tengan más éxito.

Meléndez aseveró que la impunidad que se ha arrastrado y que se ha exacerbado en los últimos años ha tenido un impacto en algunos comportamientos, como aquellos eventos de violencia donde existe más crueldad porque la impunidad genera más saña. Es por esto que en el estado Lara se han cometido homicidios en donde el criminal ha desmembrado los cuerpos o disparado, apuñalado múltiples veces.

El coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), indicó que estos crímenes se hicieron más frecuentes en pandemia, pues en tres años en el estado Lara se registraron 463 muertes violentas, entre esas femicidios, infanticidios y presuntas ejecuciones extrajudiciales.

Luis Izquiel, abogado y profesor de criminología, destacó que la impunidad es la causante de que existan homicidas múltiples que asesinaron la primera vez y no fueron detenidos ni castigados, luego mataron por segunda vez y ocurrió lo mismo, y así siguieron haciéndolo sucesivamente hasta ejecutar más de 10 homicidios.

Estado de derecho

La ausencia de Estado de derecho también ha sido un punto de quiebre en la criminalidad, esto según sociólogos y expertos en criminología.

El Estado de derecho, según World Justice Project (WJP), es un sistema durable de leyes, de instituciones y de normas que obliga a las autoridades a rendir cuentas sobre sus actuaciones, al tiempo que protege los derechos fundamentales de toda la población, lo que hace ver que en Venezuela esto no se cumplió.

Según el Índice de Estado de derecho de WJP publicado el año pasado, el país se ubicó en el último lugar de 140 países y a nivel regional tuvo el lugar 32, de 32 países estudiados en América Latina y el Caribe.

La clasificación por factores que determinan el índice del Estado de derecho de un país muestra que en casi todos Venezuela estuvo en los puestos más bajos. Por ejemplo, en el factor de ausencia de la corrupción Venezuela ocupó el puesto 130 a nivel global, 29 en la región y 40 por rango de ingreso.

En el caso de factores como la justicia penal, el informe situó a Venezuela en el último lugar de los tres renglones evaluados.

Pero no es primera vez que el país queda en el último lugar en el mundo, el año pasado quedó en el último puesto en tres de las ocho categorías evaluadas: límites al poder gubernamental, cumplimiento regulatorio y actuación del sistema de justicia penal, además de la categoría que engloba las ocho, que es el Estado de derecho.

Es por esto que los sociólogos consultados por LA PRENSA evidenciaron que la anomia social es provocada por estos elementos y es un caldo de cultivo para la criminalidad que existe en el país.

Los abogados, Luis Izquiel y Fermín Mármol García plasmaron en su libro "Revolución de la muerte" que los factores sociales favorecen el fenómeno criminal. Si bien es cierto que hay países que tienen altas tasas de pobreza y no tienen tasas de violencia delictiva, pero el problema es "si a un país que tiene su institucionalidad de justicia destruida como sucede en Venezuela, que se le suma una crisis económica, indudablemente corre el peligro de incrementar sus niveles de criminalidad", resaltan en su libro.

Los abogados destacaron que para rescatar el Estado de derecho y la democracia, pero también disminuir la inseguridad ciudadana es imprescindible que en Venezuela se designen magistrados del Tribunal Supremo de Justicia y jueces por las vías constitucionales para que tengan la idoneidad, la estabilidad y la independencia que les permita ejercer cabalmente.

Tanto Izquiel como Mármol reseñaron que parte fundamental para que se restaure el Estado de derecho, también es el sistema policial que desde hace 23 años ha venido desarrollando un proceso de debilitamiento y destrucción de los cuerpos policiales.

Ante esta situación, la consecuencia ha sido la inoperancia del sistema policial, la desconfianza de los ciudadanos hacia los policías, el crecimiento de la impunidad y el aumento de la criminalidad en Venezuela.

Sin cumplir reglas

María Auxiliadora Campos, psicóloga, explicó que la anomia es un estado de degradación de las reglas sociales que deben ser respetadas, pero que existe un grupo de individuos que no las distinguen y no son coherentes entre lo que es autoridad y lo que es autoritarismo, además de confundir el bien con el mal.

"Es importante preguntarse si el agrupamiento que presentan estas personas que no siguen normas es causa para cooperar entre ellos o sólo es una de la no aceptación de reglas impuestas de la sociedad", sostuvo la psicólogo.

Campos destacó que estos individuos se agrupan porque hay una desconexión hacia la sociedad y ellos se están identificando y proyectando a algo que tienen en común y es allí donde vienen las bandas delictivas.

"Desde la óptica social, el individuo se agrupa con otros por frustraciones, resentimientos y rabia hacia el entorno social", comentó Campos.

A su vez, dijo que en algunas personas ocurre el suicidio anómico y detalló que es el que se da en sociedades cuyas instituciones y lazos de convivencia se hallan en situación de desintegración o de anomia. En donde los límites sociales y naturales son más flexibles.

Por último, explicó la psicólogo que esta situación de anomia se da por la crisis económica, impunidad y hasta divorcios. "En los países donde el matrimonio tiene un peso menor, por la existencia del divorcio, el suicidio es mayor".

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