No tengo ninguna señal concreta de que la negociación se va a reanudar para bien.
Benigno Alarcón
Consultado
Al Gobierno y a la oposición le convienen que salgamos de esta crisis estructural
Mario Perdigón
Consultado
Desde la oposición estamos comprometidos con alcanzar garantías políticas.
Roberto Enríquez
Consultado
Analistas: "Negociación entre el Gobierno y la oposición sigue en el congelador"
Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- A pesar de que el principal vocero de la Plataforma Unitaria en los diálogos en México, Gerardo Blyde, haya dicho el 15 de agosto en un programa de radio nacional que hay "altísimas probabilidades" que regresen las negociaciones en México que fueron suspendidas desde octubre de 2021, analistas políticos no ven humo blanco para que el Gobierno acepte nuevamente sentarse y discutir acuerdos en torno a unas elecciones presidenciales con garantías constitucionales en Venezuela.
En mayo, el chavismo y la oposición confirmaron a medios haber retomado las conversaciones previas para volver "inmediatamente" al diálogo en México, sin dar detalles. Desde ese momento los temas relacionados con la negociación se han vuelto elucubraciones. El Gobierno no emite información clara y sólo ha impuesto nuevas condiciones para reanudar las discusiones, como exigir a cambio la devolución del avión Boeing 747 de la aerolínea Emtrasur, subsidiaria de carga de Conviasa, retenido en Argentina desde hace dos meses por violar leyes estadounidenses de control de exportaciones, e ir con una tripulación del gobierno de Irán, sancionado por terrorismo.
"No nos vamos a mover en cosas de diálogo ni nada de esas cosas. Nos devuelven el avión y a esos tripulantes o salimos a la calle, vamos a combatir en todos los espacios", exclamó el 9 de agosto Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional 2020 y principal vocero de la delegación oficialista en las negociaciones. El chavismo también exige la liberación del empresario colombiano, Álex Saab, extraditado a Estados Unidos desde noviembre de 2021, por ser acusado del delito de lavado de dinero, vinculado a manejar los principales negocios del chavismo en materia de servicios públicos, bolsas CLAP y evasión de sanciones de Pdvsa para la venta de crudo.
"Honestamente, no creo que las negociaciones entre Gobierno y oposición sean retomadas pronto. Obviamente hay quienes han estado trabajando en la negociación y no quieren abandonar. Quieren hacer lo humanamente posible para que esto siga avanzando. Pero hasta ahora, yo no tengo ninguna señal concreta de que el tema se va a reanudar para bien", opinó Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB y especialista en resolución de conflictos.
A su criterio, aunque el Ejecutivo Nacional no se niegue públicamente a la negociación no siente la necesidad ni tiene la presión para sentarse a discutir condiciones políticas con la oposición. "Los temas álgidos para el Gobierno que tienen que ver con quién tiene el control del poder y cómo se van a realizar las elecciones presidenciales estipuladas para 2024, terminan representando un riesgo para el chavismo, porque saben que pueden perder esos comicios, y eso justamente es a lo que al Gobierno le termina sacando el cuerpo", expresó.
Sostiene que la situación en la que se encuentra la oposición, debilitada, dividida y con menos reconocimiento internacional que 2019 y 2020 por la llegada a Latinoamérica de presidentes de la izquierda progresista que no reconocen al gobierno interino de Juan Guaidó, es un factor que resta a la posibilidad de presionar al chavismo.
"El Gobierno sabe que el único punto de apoyo que tiene la oposición venezolana para apalancarse y para tratar de generarle mayor presión al oficialismo es Estados Unidos. Entonces, como la oposición no tiene hoy en día ni capacidad para movilizar una gran protesta contra el Gobierno ni tiene control de ninguna institución para cambios electorales. Es allí cuando el Gobierno trata de romper esa relación y busca mediar directamente con Estados Unidos", manifestó.
EE. UU. es clave
En dos ocasiones, una delegación del presidente estadounidense, Joe Biden, ha viajado a Venezuela este año en medio de una crisis energética mundial que ha dejado la invasión de Rusia a Ucrania y ante las puertas de una recesión económica. El primer encuentro fue en marzo y dejó como resultado la liberación de dos presos políticos estadounidenses: Gustavo Cárdenas, privado de libertad en 2017, uno de los seis ejecutivos de Citgo Petroleum Corporation, y Jorge Fernández, detenido en 2021 en la frontera con Colombia por posesión de un drone.
En junio, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos renovó una licencia a la petrolera Chevron para que continuara operando en Venezuela hasta noviembre, posteriormente permitió a las compañías de energía italiana Eni y Repsol llevar petróleo venezolano a Europa para mitigar el impacto de las sanciones al crudo y cobrarse parte de la deuda que mantiene Venezuela desde 2016. Acuerdo que cumplió Pdvsa por tan sólo dos meses.
Alarcón apunta que bajo esos términos ha estado supeditada la negociación en México para encontrar salidas democráticas a la crisis económica, política y social de Venezuela. "El Gobierno ha logrado negociar directamente con Estados Unidos. Su juego ha consistido en decirles: Olvídense de lo que la oposición me ha pedido, como la devolución de los partidos políticos judicializados por el Tribunal Supremo de Justicia desde 2020, yo no se lo voy a dar, pero yo puedo entenderme con ustedes. Si me quita tal sanción yo les devuelvo los presos político que tengo en Venezuela y que son norteamericanos. Si me quita las sanciones, permitiremos que las empresas norteamericanas puedan venir a Venezuela y explotar crudo y así han estado", exclamó.
Pierde el país
Para el politólogo, Mario Perdigón, las largas que se le han dado al diálogo han generado grandes pérdidas para el pueblo venezolano, porque mientras más alejado está el país de una solución democrática a la crisis se retarda la posibilidad de atraer inversiones y de que crezca sana y prolongadamente la economía.
"Al pueblo, al Gobierno y a la oposición le convienen que nosotros salgamos de esta crisis estructural a través de una concertación", mencionó.
Rodrigo Cabezas, economista y exministro de Finanzas de Venezuela, informó que los acuerdos que el gobierno de Nicolás Maduro alcanzó con Estados Unidos en la búsqueda por ir flexibilizando las sanciones económicas a Pdvsa los dejó de cumplir la semana pasada.
Estados Unidos le había permitido a Pdvsa colocar crudo venezolano en las trasnacionales petroleras Eni y Repsol para que hubiese un flujo de petróleo hacia Europa. Esto se iba a hacer para que Pdvsa pagara parte de su deuda multimillonaria con petroleras extranjeras que explotaban crudo en la Faja del Orinoco. Deuda que a la fecha, según estimaciones del economista puede superar los 18 mil 500 millones de dólares.
Por dos meses, Pdvsa mantuvo un envío de entre 300 mil a 350 mil barriles diarios de petróleo a Europa.
"Eni y Repsol son socios minoritarios de Pdvsa. En la Faja del Orinoco se estuvo produciendo entre 900 mil a un millón de barriles diarios de crudo hasta 2013. En esa época, Pdvsa retrasaba pagos, a pesar de que estas empresas mixtas habían colocado los capitales correspondientes, la inversión correspondiente, les retrasaba pagos en una de viveza criolla y se fue generando una deuda millonaria, esto a pesar de que se producía y se vendía el crudo nacional", explicó el economista.
Al dejar de cumplir este acuerdo, Pdvsa le ocasiona un malestar al gobierno norteamericano que se ha comprometido en ayudar a Europa con la crisis energética desatada por la invasión a Ucrania. "Un mecanismo de saneamiento financiero de la deuda de Pdvsa que lamentablemente ha sido suprimido de manera unilateral por el gobierno de Maduro, deja muy mal a Venezuela internacionalmente. Genera una desconfianza mayor para las demás empresas petroleras con las que el gobierno mantiene deudas, y aleja aún más la posibilidad de inversiones para que Pdvsa pueda aumentar su producción petrolera, que en este momento se mantiene en 700 mil barriles diarios", comunicó.
En cuanto al tema de la petrolera Chevron, el economista asegura que esta ha invertido en el manejo de una cuenca petrolera en Campo Boscán, Zulia, que produce aproximadamente 80 mil barriles diarios de crudo que han direccionado a EE. UU.
Oposición insiste en diálogo
"Desde la Plataforma Unitaria estamos comprometidos con alcanzar garantías políticas, económicas y sociales en esa negociación", así lo expresó Roberto Enríquez, miembro de la delegación opositora en la mesa de negociación en México.
No informó cuándo se van a reanudar esas discusiones con el Gobierno, pero afirmó que su retraso está estrechamente relacionado con el deterioro de la calidad de vida de los venezolanos. "El daño que se le ha hecho a Venezuela desde que se paralizó el proceso de negociación en 2021 ha provocado que hospitales, centros ambulatorios siguen sin rehabilitarse, que niños sigan en estado de desnutrición sin recibir ayuda humanitaria", mencionó.
El politólogo, Benigno Alarcón, indicó que una misión del reino de Noruega podría venir a Venezuela para intentar instalar la mesa de negociación en este país. "Es con la intención de que el gobierno se siente nuevamente porque han ido descartando escenarios como México, Barbados y hasta Oslos, para darle largas al diálogo", dijo.
"Maduro no se siente tranquilo"
José Vicente Carrasquero, doctor en Ciencias Políticas, considera que Maduro sigue buscando reconocimiento internacional y ese puede ser uno de los incentivos para volver en cualquier momento a la negociación. Alega que el chavismo está ávido de atraer inversión extranjera para mejorar su imagen y poder financiar una campaña en las presidenciales 2024.
"Está próximo a restablecerse las relaciones con Colombia y eso va a requerir que Maduro genere confianza, porque el solo hecho que se abran las relaciones, no quiere decir que todo el mundo va a venir corriendo a Venezuela ya que sigue habiendo ausencia de institucionalidad", afirmó.
"Diálogo va de mal en peor en el país"
Para el internacionalista, Adolfo Salgueiro, el tema de la reanudación de las negociaciones entre el gobierno de Venezuela y la oposición va de mal en peor. Explica que en una negociación las partes tienen que dar algo para negociar. "En el caso actual, el Gobierno está con el control suficiente en el país para no dar nada a cambio, y la oposición está en un estado lamentable por sus divisiones internas. Por lo tanto, se entiende perfectamente que el Gobierno tenga cero interés en negociar", expresó.
Afirma que la oposición se ha concretado en las primarias, pero se deben crear acuerdos para un candidato único.
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