El papa viajó este sábado a Ur de los Caldeos, en el sur de Irak, un lugar vinculado a la tradición de las tres religiones monoteístas que indican este punto de Mesopotamia como el del nacimiento de su profeta Abraham.
En esta ciudad bíblica y frente a la llamada casa de Abraham y el monumental Zigurat, un imponente santuario piramidal sumerio, Francisco aseguró que "la ofensa más blasfema es profanar el nombre de Dios odiando al hermano".
"Hostilidad, extremismo y violencia no nacen de un espíritu religioso; son traiciones a la religión", exclamó Francisco.