Magdaleno: Resultados del 21N ratifican la pérdida de respaldo a Maduro
Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- "Una mayoría declara abiertamente que no estamos ante un régimen democrático en Venezuela y eso es bastante consistente en el curso de los últimos años. Pero segundo, lo que está ocurriendo en Venezuela es que hay un régimen autoritario, hegemónico, en el cual un sector importante de la oposición después de cuatro años vuelve a utilizar el instrumento de las elecciones para acumular fuerzas, prepararse para eventos políticos nacionales en el futuro inmediato". Así lo expresó John Magdaleno, politólogo y especialista en análisis de datos.
Sostiene que a pesar que el PSUV obtuvo sólo tres millones 370 mil votos, ganó 19 gobernaciones, sin definir hasta este viernes la situación en el estado Barinas. Versus cuatro millones 420 mil votos que obtuvieron las diferentes oposiciones en Venezuela, divididas en tres grupos por las rencillas internas, Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la Alianza Democrática y los partidos independientes.
"No es el peor resultado electoral que ha tenido la oposición en 22 años, ha habido muchos peores, de hecho tiene un récord de alcaldías de diversas coaliciones, 117 de 335. Es decir, el resultado representa en el balance avances para la oposición y obviamente también grandes deficiencias", comunicó.
¿Cuál es su análisis sobre los resultados electorales?
Los resultados se pueden leer desde la vía de los gobernadores, 19 gobernaciones para el PSUV, tres para la oposición y un estado por definir. Pero aparece mejor parada la oposición en la segunda contabilidad por la vía de las alcaldías, con 117 ganadas. Una tercera forma de leerlo es por los concejos municipales y el número de concejales que obtuvieron las coaliciones en competencia. En cuarto término, los diputados a los consejos legislativos estatales obtenidos, y una quinta manera es a la luz de la votación nacional que obtienen esas coaliciones políticas. Por lo que uno concluye: estamos en presencia de la menor votación histórica del chavismo en este tipo de consultas. Cuando uno examina la trayectoria del caudal de votos que viene obteniendo el chavismo, claramente hay una pérdida de respaldo y una disminución del caudal electoral.
La abstención fue del 58% ¿Esto representa que el pueblo sigue desconectado y rechaza las propuestas políticas que se presentaron?
En este tipo de consultas la abstención ha sido históricamente muy elevada, típicamente las que más motivan son las presidenciales, pero hay que computar un dato adicional, porque se estima que en Venezuela hay cuatro millones de electores fuera del país. Obviamente, si estamos hablando que es una abstención que supera los 12 millones de electores que no votaron sobre un Registro Electoral de 21 millones, eso representa un tercio de la abstención obtenida.
¿Es la oposición también culpable de esa elevada abstención?
La oposición tomó tarde la decisión de participar, una oposición que en efecto tiene problema para utilizar un método de selección de las candidaturas que generaron consenso, por el contrario hubo muchas candidaturas que generaron fricciones en una parte de las locaciones del país, hasta en gobernaciones concretamente. Una oposición que en efecto no pareciera tener el mejor desempeño en materia de campaña electoral, en materia de publicidad electoral, con unos recursos muy escasos, todo eso suma a la cantidad de deficiencias con las cuales se presenta la oposición.
¿Deja algún saldo positivo esta elección para la oposición?
No es el peor resultado electoral que ha tenido la oposición en los últimos 22 años, han habido muchos peores, de hecho tiene un récord de alcaldías si sumáramos las coaliciones distintas al chavismo o al madurismo. Es decir, que el resultado electoral presenta en el balance avances para la oposición y obviamente deficiencias.
Desde las presidenciales 2012, el chavismo ha perdido 4.461.727 votos. ¿Está en peligro el liderazgo de Nicolás Maduro con esos resultados?
Lo que ese dato está expresando es primero el efecto social y político que tiene una pérdida reiterada de eficacia en materia de económico financiero. Y eso tiene un impacto muy cotidiano sobre los venezolanos sobre el ingreso real que se ha reducido, y obviamente ese es un factor que por lo regular tiende a ser contabilizado a la hora de mantener o retirar respaldo político. En segundo lugar, ya desde 2014 los estudios de opinión señalaban que desde el fallecimiento de Hugo Chávez hay un deterioro de la identidad chavista, pero tercero, también está la evaluación del desempeño democrático o autocrático del régimen político, y ya la mayor parte de los venezolanos en los estudios de opinión consideran que el régimen no es democrático. Entonces hay una pérdida de respaldo hacia Maduro, pero también es una pérdida de respaldo hacia la identidad política y hacia la plataforma oficialista, y escalaría aún más, también es una señal de pérdida de respaldo del propio régimen político en Venezuela.
¿Con estas elecciones, el Gobierno podría decirle al mundo que en Venezuela hay una normalidad política y democrática?
En la mayor parte de las encuestas, una mayoría declara abiertamente que no estamos ante un régimen democrático en Venezuela, pero segundo, lo que está ocurriendo en Venezuela es que hay un régimen autoritario, hegemónico en el cual un sector importante de la oposición después de cuatro años de no haberlo intentado vuelve a utilizar el instrumento de las elecciones para acumular fuerza, para prepararse para eventos políticos nacionales que en efecto están planteados para el futuro inmediato, referendo en 2022 o presidenciales 2024.
¿Por qué después de cuatro años promoviendo la abstención, la oposición decidió acudir a las elecciones?
Porque el terreno de la ciudadanía no es el de la lucha armada, porque se ha demostrado la incapacidad de que la oposición persuada a sectores de las Fuerzas Armadas para intentar una transición a la democracia e incluso uno de naturaleza pacífica. La oposición no tiene esa influencia para ejercer sobre los militares, y además se demostró, pese a que sectores de la oposición venezolana llamaron casi que públicamente a la intervención militar extranjera que ese camino no sólo era contraproducente, sino que además fue desechado por actores que pudieran eventualmente haberlo llevado adelante, incluyendo Estados Unidos, Colombia y Brasil.
Entonces ¿Qué le queda a la ciudadanía?
Elecciones y protestas no pacíficas deberían formar parte de una estrategia de la oposición. Los instrumentos se han utilizado mal, las protestas de 2017 siguieron un determinado formato. Las protestas para que tengan impacto y mayor eficacia política tienen que ser organizadas, no pueden ser espontáneas, deben estar presididas por la conformación de un movimiento social, no basta por llamarlas por redes sociales, Twitter, no basta con convocarlas con dos semanas de antelación. Las protestas masivas que realmente tienen impacto y que intentan plantearles dilemas estratégicos al régimen autoritario del mismo modo que una elección, demandan organización disciplinada.
¿Qué piensa de lo que ha pasado en Lara y en Táchira, tras estas elecciones? Ambas gobernaciones se perdieron porque los candidatos de la MUD no renunciaron ni hicieron alianzas.
En verdad, la oposición ha podido ganar entre 8 y 10 gobernaciones, pero te digo algo, en el estado Táchira fue imposible lograr un acuerdo, y me consta que varios actores políticos hicieron esfuerzos. Mes y medio antes de la elección, una encuesta registraba una ligera ventaja de Freddy Bernal por encima de Laidy Gómez, cuando el candidato de la MUD estaba de tercero. En efecto, era verdad que ya se sabía que eso podía llegar a ocurrir, y entiendo que con motivo de ese estudio se hicieron esfuerzos para conversar entre los contendores opositores, bueno no fue posible, es lamentable desde luego.
¿Por qué no se produce el acuerdo?
Porque hay varios partidos que consideran que tal cosa no se puede producir, dado que la otra fracción, los otros involucrados, bueno tomaron unas tarjetas después de una judicialización. Allí hay un problema serio, no estoy justificando la decisión, para mí hay una pérdida, yo creo que debió haber un poco más de pragmatismo, pero puedo comprender la perspectiva del partido cuya tarjeta fue judicializada, es muy difícil llegar a arreglo en esas circunstancias, cuando el partido que presenta un candidato alternativo es el partido que se beneficia de la tarjeta judicializada.
¿Cómo se logra la unidad de 2015 de cara a unas presidenciales, si la Alianza Democrática y la MUD tienen diferencias que parecen irreconciliables?
Se requiere una recomposición del universo opositor en la conformación de una plataforma política con unas reglas de juego que permitan avanzar en estas diferencias. No van a ser diferencias que sencillamente se tramiten en lo inmediato. En mi opinión, esas tres subcoaliciones van a desarrollar estrategias competitivas y rivales el próximo año, pero debe abrirse un canal de comunicación porque hay un objetivo estratégico mucho más grande, que es el cambio político en 2024 o cuando corresponda.
Hoy esas 117 alcaldías que tiene la oposición tienen desde ya una amenaza latente. La creación del Estado comunal y el Parlamento comunal. ¿Cómo se gobierna en esas circunstancias y sin recursos?
Mientras más crisis, más participativos tendría que ser la gestión pública, por eso es que tiene que haber mucho contacto, mucha interlocución con la gente, decirle a la gente que hay pocos recursos disponibles, pero que sean las comunidades las que prioricen los temas de agenda pública o las obras que en efecto tengan como prioridades en municipios o gobernaciones. Deben decirle a la gente la verdad, mira está pasando esto, voy a integrarte en la decisión, ese debe ser el espíritu de esos gobiernos.
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